“De repente todos ellos quieren escribir libros…” piensa todo el mundo.

Todos tienen una historia qué contar, algunas más impactantes qué otras. Hace 18 años mi hermana me dijo qué yo tenia una historia qué se tenia qué decir. En ese entonces tenia 16 años y le acaba de confesar el secreto más grande de mi vida - abuso sexual a manos de su primer esposo. Aunque Chay, como yo y Juan le llamábamos, estaba devastada, ella pensaba en el dolor de los demás. Típico de Chay en pensar en los demás durante sus tiempos más duros. “Hermana, deberías escribir un libro y contar tú historia para ayudar a otras niñas pequeñas como tú.” Mi pensamiento inicial fue “está loca, a quien le importaría mi historia.” Eso fue hace 18 años. Ahora el libro esta programado para lanzarse el próximo 2 de febrero. Típico de Chay, tenia la visión de un águila.

Los qué critican hablaran, usualmente por ignorancia, qué hablen; ellos no son mi audiencia. La mayoría de tus criticas vienen de gente qué no son tu audiencia. Si! Tienes una audiencia, todos la tenemos. Gente qué ocupa escuchar tu historia, y ni ellos mismos lo saben todavía. Hay qué contarlo todo y en verdad darles algo de qué hablar.

Yo nunca deseé una audiencia , Yo soy, o más bien era, super tímida. Soy una mujer qué valora su privacidad pero cuando Dios me ayudo a sanar el trauma de abuso sexual a los 25 años, yo supe qué no pude retener el secreto de mi curación. Todavía era tímida pero no más avergonzada y conocía a muchas mujeres, hombres y niños qué sentían lo qué sentí por 18 años … Dolor y obscuridad. Necesitaba guiarlos hacia la luz. Alrededor de abril del 2012 finalmente deje que mi pasión sobrepasara mis miedos y decidí dejar mi trabajo de buena paga, con buenos beneficios, para escribir mi libro. Fue durante mi primer año de matrimonio y nuestro estilo de vida dependía mucho de mi ingreso, pero mi esposo me apoyo 100% y fue entonces qué cambiamos la manera qué vivíamos. No más vacaciones, compras, ni manicuras por un buen rato. Pero valió la pena. Le envié un correo electrónico a mi hermana y de inmediato contesto emocionada, con amor y apoyo. “Dale hermana, yo te apoyo. Estoy orgullosa y emocionada.” Qué bendecida era? Tener el apoyo de ella. Tenia menos miedo … Su amor me dio valor.

“Yo soy único … Yo juego con un conjunto de reglas diferentes; no soy intimidado por nada.” - Jaachynma N.E. Agua, autor de The Prince and The Pauper.

Hay mucho efectos a causa del abuso sexual, el principal es vergüenza. Yo jure a mi edad de nueve años qué nunca diría mi secreto a nadie, y cumplí esa promesa hasta qué un día a mis 16 años de repente salió de mi. Allí fue cuando comenzó mi proceso. Años qué buscaba la verdad qué me liberara confirmo qué necesitaba compartir mi historia. Yo soy apasionada de la restauración de mujeres quebrantadas por el abuso sexual. Yo estaba lista en el 2012, hasta qué Chay voló al cielo. De inmediato le dije a unos de los editores de mi libro qué el libro quedaba indefinidamente pospuesto y qué no me preguntara nada sobre el libro hasta el día qué yo le llamara. Eso fue Diciembre del 2012. No me permitía soñar mis propios sueños hasta qué leí un hermoso correo electrónico de Chay en el 2014, y recordé las millones de mujeres. Una de cada 4 para ser exacta, ellas están sufriendo el trauma por abuso sexual. Yo tenia qué contar mi historia.

El mundo no conocía a Rosie antes de Diciembre del 2012 y los qué critican sienten qué este libro fue resultado de una muerte. Lo contrario es la verdad. Mi libro es resultado de la vida, una semilla qué planto mi hermana hace muchos años. Di lo qué quieras decir, no me detendrá. Los qué critican no necesitan sanar de trastorno de estrés postraumático, entonces ellos no son mi audiencia. No me detendrán la búsqueda de encontrar el dolor de mis hermanas y darles la esperanza de convertirse en hermanas de restauración. Los chismes, mentiras, y comentarios ignorantes no son nada comparados a la alegría cuando una mujer me dice qué yo soy su voz.

Cuando tenia 8 años, miraba la televisión y soñaba ver a un famoso hablar de lo qué tanto torturaba mi mente noche y día; el abuso sexual. Dios me concedió ese propósito para nuestra generación, al ser esa mujer. Qué honor. Hermanas unidas! Juntos cambiares las estadísticas del abuso sexual.

Genuinamente,

Sister Samalia